Si la capa superficial contiene una fuente de semilla nativa viable, esta debe conservarse para su reutilización después de la extracción. Esto no solo proporciona una fuente económica de plantas, sino que también ayuda a asegurar que se establezcan en cantidades que reflejen las densidades anteriores a la operación minera y promueve el establecimiento de especies cuya semilla puede ser difícil de obtener o germinar.
El programa de rehabilitación de la mina de bauxita conducido por Alcoa World Alumina Australia en el bosque de jarrah en el sudoeste de Australia demuestra cómo la conservación del banco de semillas del suelo puede mejorar significativamente la diversidad botánica de la comunidad de vegetación post-minera. Una vez que se elimina la vegetación, los 150 milímetros superiores del suelo, que contienen la mayor parte del banco de semillas y los nutrientes del suelo, se eliminan antes de la extracción y luego se devuelven directamente a un pozo a punto de rehabilitarse, siempre que sea posible. Las investigaciones han demostrado que la mayoría de las especies de plantas nativas (72%) en áreas rehabilitadas provienen de semillas almacenadas en el suelo superficial. La importancia de devolver directamente la capa superficial del suelo fresco se ha demostrado mediante ensayos que comparan esta técnica con el almacenamiento. Estos han demostrado que la perturbación asociada con el retorno directo de la capa superficial del suelo da como resultado la pérdida de menos del 50 por ciento de la semilla contenida en el almacén de semillas del bosque pre-minero; en contraste, con el almacenamiento que produce pérdidas de 80 a 90 por ciento.
También son importantes otros aspectos, como la profundidad de la capa superficial del suelo, la estación en que se maneja el suelo y el momento de la siembra. La semilla no sobrevivirá si está enterrada demasiado profunda, y persiste mejor cuando el suelo se mueve durante la estación seca. Además, el desarrollo de la planta a partir de la siembra es mayor cuando la semilla se aplica a una superficie recién alterada. En conjunto, el uso combinado del retorno de la capa superficial del suelo, la siembra y la plantación de plantas resistentes han dado como resultado un número de especies de plantas a los 15 meses de edad iguales a las registradas en parcelas de tamaño equivalente en bosques sin explotar. Para más información, vea www.alcoa.com.au