Anglo American propuso abrir el Proyecto de Zinc Gamsberg en Bushmanland, una gran mina a cielo abierto en un inselberg de cuarcita (una montaña insular) en el corazón de un punto de acceso de biodiversidad prístina.
Se realizaron evaluaciones detalladas de la biodiversidad; el análisis mostró que Gamsberg era el sitio más importante para la conservación de la biodiversidad en la región. Si bien los estudios de biodiversidad fueron exhaustivos, a los ambientalistas les preocupó que la importancia de la biodiversidad a nivel mundial y nacional del área no se hubiera reconocido adecuadamente en el EIA general y que las medidas de mitigación propuestas fueran inadecuadas.
Se produjo un estancamiento entre Anglo y muchas de las ONGs de conservación y el proyecto se suspendió debido a los bajos precios del zinc. Esto proporcionó un respiro entre las partes opuestas, y dos desarrollos importantes durante este tiempo facilitaron un compromiso constructivo entre los sectores de conservación y minería en la región.
Se llegó a un acuerdo para establecer un proyecto de asociación: la Iniciativa de Conservación de Bushmanland (BCI, por su sigla en inglés). Esta asociación entre las ONG de conservación, la compañía minera y las comunidades locales tuvo como objetivo establecer un área protegida de propiedad múltiple a través de una variedad de intervenciones innovadoras y mecanismos que atrajeron a los terratenientes locales. El área protegida logrará objetivos de conservación para la biodiversidad en esta área prioritaria a través de un enfoque de uso múltiple. La BCI desarrollará la capacidad de gestión de la conservación local a través de la capacitación de miembros de la comunidad local como conservadores dentro del equipo de gestión del proyecto.
Lo que comenzó como una confrontación entre la minería y los intereses de conservación se convirtió gradualmente en un enfoque de colaboración que incluía la planificación sistemática de la conservación. Esto catalizó la participación directa de Anglo Base Metals en la implementación de acciones de conservación que cumplen con los objetivos de conservación. Sin una planificación sistemática de la conservación, no habría sido posible determinar los impactos de la mina Gamsberg, sugerir medidas de mitigación significativas, desarrollar la credibilidad de los objetivos de biodiversidad o proporcionar una manera para que el sector minero contribuya, lo que se suma directamente a los esfuerzos para cumplir los objetivos de conservación de la biodiversidad.
Fuentes:
Para obtener una descripción más detallada de este estudio de caso, consulte la Guía de Buenas Prácticas de Minería y Biodiversidad del ICMM (pág. 87)