Como parte de su proceso de evaluación de riesgos, una empresa de energía que trabaja en Asia Central identificó una serie de preocupaciones potenciales sobre la conducta de los proveedores de seguridad pública. La empresa planteó estas preocupaciones al gobierno anfitrión. Si bien el gobierno anfitrión reconoció las preocupaciones, también se identificó una falta de capacidad técnica por parte de los proveedores de seguridad pública. La empresa trabajó con el gobierno anfitrión para abordar esto. La empresa terminó estableciendo un protocolo bilateral de seguridad con el gobierno que cubría el uso de la fuerza, el intercambio de información y el derecho humanitario. La empresa brindó asistencia a través de capacitación para que el gobierno anfitrión y las fuerzas de seguridad pública pudieran cumplir con sus obligaciones según lo establecido en el acuerdo.
Incorporar los PVs en los Acuerdos de inversión
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